Me siento como en una carrera contra el crono en la que ya se ve la meta. Vosotros, jóvenes lozanos, ¿sabéis esos sueños que os rondan la cabeza minuto tras minuto?¿Arte en bruto que esperáis poder sacar?¿Maravillas con tejado pero sin cimientos?¿Y sabéis que no estáis solos? Todos los seres humanos sienten o han sentido lo mismo.
Estáis rodeados de dibujantes que se alejan de los lapiceros mientras se repiten lo ineptos que son. De poetas que sueñan con su obra magna, de novelistas, de bailarines con vergüenza de bailar, de cantantes aterrados de su voz.
Esos sueños, inherentes a la juventud, sufren una prueba de fuego al crecer. El "mundo de los mayores" se encarga de matarlos. Esos adultos de vida sencilla que veis no fueron distintos de vosotros, sólo lo dejaron atrás. Eran bonitos sueños, se dicen. Qué ideas más tontas tenía, se obligan a creer.
Vivid una vida de trabajo mecánico y placeres sencillos si así lo decidís, pero no acabéis en ella por falta de valor. Nunca seréis tan jóvenes como hoy. Sacad a la luz vuestro arte. Que para cuando llegue el sistema con sus vías y obligaciones hayáis crecido tanto en espíritu que nada ni nadie os lo pueda robar.
Canta. Baila. Ríe. Rima. Cocina. Da golpes en la mesa con un par de bolígrafos. Escribe historias. Hoy, no esperes. Puede que para cuando te des cuenta ya sea tarde para volver.
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